Las atajadas del arquero eterno, entre ellas un penal, le permitieron a los otamendinos sacar adelante un primer tiempo “chivo”. Después revirtió el desarrollando corriendo y metiendo y terminó imponiéndose por la mínima con gol de Cabrera.
Por Sebastián Arana
La reanudación del Federal A de fútbol no pudo ser mejor para Círculo. El conjunto de “Piki” Matteo, superado en el primer tiempo, corrió y metió para emparejar en el segundo y terminó venciendo 1-0 a Olimpo de Bahía Blanca, rival directo en la lucha por mantener la categoría. El único gol lo hizo Bruno Cabrera, pero la gran figura fue Sergio Del Curto, cuyas atajadas en el primer tiempo mantuvieron con vida a los suyos.
Lo pasó mal Círculo en el primer tiempo. Olimpo, mejor parado, tuvo el control de la situación. Lució firme en el fondo, ganó la mayoría de las divididas y fue muy peligroso saliendo de contraataque.
Al equipo local, impreciso, le costó hilvanar tres pases seguidos. Casi no hubo encuentros entre Vedda y Vértiz, Ullúa no impuso su gambeta, Leonardo y Pájaro fallaron muchas entregas y, como consecuencia, Lazaneo casi no la tocó.
Para Olimpo todo fue más fácil. Porque jugó con espacios. Y sus llegadas, pocas, fueron peligrosísimas. A punto de erigir a Del Curto como figura del partido.
A los 19’ Méndez revoleó un pelotazo cruzado de derecha a izquierda y Guille escapó mano a mano. Enfrentó a Del Curto, pateó, pero tapó el arquero con los pies.
Un minuto más tarde erró Pájaro un pase y se armó otro contraataque. Guille dejó a Axel Rodríguez frente a Del Curto, quien llegó claramente antes que el delantero al balón. Pero el atacante lo atropelló, se dejó caer, Novelli compró y dio el penal.
El arquero arregló el error del árbitro y tapó el remate bajo y débil de Argüello.
El error del volante central golpeó a Olimpo y agrandó a Círculo, que por unos minutos se fue encima de su rival y le generó un par de chances. La más clara fue la primera, un frentazo pleno de Pájaro, tras tiro libre de Leonardo, que Fernández desvió estupendamente al córner. Cuatro minutos más tarde, Ullúa recibió de Cabrera en la medialuna y sacó un remate apenas alto.
Sin embargo, Olimpo recuperó esa atención inicial para aprovechar el adelantamiento de Círculo. A los 34’, tras córner de Círculo, Méndez rechazó alto, Guille controló el misil, armó una pared con Rodríguez y descargó para la llegada vacía de Salas por el centro. El “10” remató con clase, pero Del Curto voló hacia atrás, cacheteó y desvió sobre el travesaño en un atajadón.
Antes del descanso, Mendoza metió un tiro libre en el palo y Círculo perdió por lesión a un jugador clave como Buzzini.
El equipo “papero” le peleó a las adversidades en el segundo tiempo. Con un 4-4-2 clásico. Corriendo y metiendo más que jugando. Con más corazón que cabeza.
Olimpo, que vio que podía ganar, intentó ir hacia adelante. Y Círculo, aunque no controló el juego, contó con algunos espacios y fue más peligroso. Ullúa metió un tiro en el palo antes del minuto. Pájaro, muy mejorado, estrelló un remate de media distancia en un poste -alcanzó a desviar Fernández con lo justo-, Ullúa perdió otra buena chance en una buena maniobra individual y Astiz desperdició otra muy favorable con un zurdazo que cruzó todo el arco.
Olimpo, pese a que puso varias veces delanteros mano a mano contra los defensores locales -Corti salvó varias de esas situaciones-, casi no generó opciones. La que tuvo fue enorme: a los 38’ López Macri cruzó un centro para el ingreso vacío de Ledesma, quien tuvo todo el arco a disposición y terminó cabeceando a las manos de Del Curto.
Círculo no perdonó ese regaló. A los 40’, una vez más, Pájaro pateó de media distancia, Fernández desvió con lo justo y salvó el travesaño. Del tiro de esquina, cabeceó Lazaneo, el balón rebotó en un poste, insistió Pájaro y Cabrera, cerca de la línea de meta, empujó al gol y marcó el 1-0.
El equipo otamendino ganó uno de esos partidos llamados de “seis puntos”. Cuando lo pasó mal, Del Curto le dio el aire para salir adelante. Y cuando su corazón empezó a bombear a pleno se puso bien y encontró ese gol de Cabrera que valió oro.